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martes, 23 de diciembre de 2014

MARATÓN DE COSTA RICA

Que el atletismo se convierta en una filosofía de vida parece una afirmación muy arriesgada, pero si lo analizas detenidamente, no andas muy desencaminado. Vayamos por partes.
Uno necesita ir quemando etapas, y no sé si es un paso natural dar el salto al maratón, pero después de correr muchos diezmiles, bastantes medias maratones y carreras de distancias no olímpicas, el cuerpo te pide, antes o después, enfrentarte a los 42 Km.
Debutas en un diez mil en 2010, en una medio maratón en 2012 y acabando  2014, te has corrido dos maratones en un año. La explicación es fácil, el proceso algo más complicado.

Cuando completé el maratón de Barcelona el 16 de marzo de 2014, me invadió una emoción muy pocas veces vivida. Atrás quedaban los meses de dura preparación, cuidándote con la alimentación o el alcohol. Si llovía daba igual, no te quedaba más remedio que salir. Si hacía frio también daba igual, el planning decía que tenías que correr 70 km esa semana y estabas ya a viernes y “solo” llevabas 35. Ese maratón me convirtió en un tipo metódico respecto al planning y estableció un orden en la caótica vida de Javier. Me di cuenta que si había sido capaz de  mantener esa ardua constancia en esto, podría plantearme cualquier cosa, al igual que tú; aprender un idioma, tocar un instrumento o sacarte una carrera son grandes ejemplos.
  
Cierto es que la primera vez en todo es especial, eso es innegable, pero con mi segundo maratón las emociones se han mantenido intactas, he descubierto otras sensaciones, algo que espero que siga ocurriendo con el tercero, cuarto,.. Si en algún momento dejo de sentir esa emoción guardaré las zapatillas.

La preparación del maratón de San José de Costa Rica, no creo que haya sido de lo más típica, pues la  la he realizado en Guatemala y viniendo yo de España estamos hablando de 3 climas, entornos y gastronomía muy diferenciados;
En Sacatepequez, de Guatemala, he estado entrenando a alturas desde los 1.500 metros hasta los 2.000 m, alimentándome con una base de arroz, pollo, frijoles y verduras, a horas intempestivas que soláin ser entorno a las 6am y lo peor, en un firme de piedras con cantos como pelotas de béisbol.
Me presenté en San José con la ambición de bajar de 3 horas 30 minutos, ya que Barcelona fueron 3h 46 y me veia capaz de meterle un buen mordisco a la marca.
Era consciente de que era un poco complicado, pues estamos hablando que en Costa Rica la humedad media es del 80%, te encuentras a 1250m de altura y las temperaturas son entorno a los 30 ºC, pero decir que únicamente el objetivo era acabarla me habría convertido en un tipo cínico.

El maratón empezaba a las 13h, una hora extraña, pero según comunicó la organización, fue para correr cuando el clima es menos adverso. Habrá que confiar.
Mi amiga Anna, fiel compañera de fatigas, se acreditó como periodista, lo que nos permitió acceder a prensa. Los momentos previos estaba empapándome de todo el ambiente. Me puse a calentar, trote cochinero, aquarios, varias visitas al baño (los nervios son traicioneros), abrazo con la socia y venga, a la salida.
La carrera tenía 4 modalidades; 4Km, 8Km, 21Km y 42Km. Salimos todos a la vez. El maratón lo disputábamos a penas 500 personas, una cantidad irrisoria comparándola con las de España; Barcelona 20.000, Madrid 15.000,...
Para completarla en 3 30h, tenía que sacar 5 minutos clavados por Km, por lo que tratándose de un circuito de 14km, que se repetía 3 veces, me propuse segmentarlo en 1h 15min, a 5:20/km; 1h 10 min a 5/km y 1h 5 min a 4:40/km
Comencé respetando mi metódica planificación, pero rápidamente me di cuenta que podía ir un poco más rápido asi que al final del primer tercio, lo habría completado en 1h 10min.
Había muchos avituallamientos, cada muy poquito tiempo, pero eran todos de agua, pasaban los kilómetros y no veía ningúna bebida isotónica ni comida. Quizás me había mal acostumbrado Barcelona, cuya organización y avituallamientos fueron geniales, pues me daban nueces, fruta, geles y bebida isotónica cada menos de 3km. Por más más modesta que sea esta carrera, estamos hablando de un maratón, y habría que pedirle más a la organización. Tuve que esperar hasta el Kilómetro 9 para que me dieran 15cl de powerade y un plátano. Lo que yo no sabía, es que tendría que volver a esperar hasta el kilómetro 23, para que se repitiera el avituallamiento. En mi ipod sonaba música de todo tipo, desde “Mi gran noche” de Rafael, hasta “Love Natural” de Crystal Fighters, pasando por Dj Nano o Sabina. Casi sin darme cuenta llevaba 14 km y mi garmin marcaba 1h 10.

El recorrido era un poco tobogán, con lo que machacaba las piernas en las subidas y daba tregua en las bajadas. Comenzado el segundo segmento me crucé con Geroge Towett, esbelto keniano y máximo favorito que a la postre sería el vencedor. A mi me quedaban  20 kilómetros y a él poco más de 12 ó 13.  Es una barbaridad lo de los profesionales. Completé los segundos 14 km en 1:08h. Con correr el último segmento en 1:12h, bajaría de las 3h 30. Ahora comenzaba el verdadero maratón, los últimos 14km.

No he narrado que 3 semanas antes me fisuré el dedo del medio del pie en unas cuevas. No me había dado guerra en toda la carrera pero ahora quería tener protagonismo y empezó a molestarme. Me tomé un ibuprofeno pasado el Km 30. Me dolía el dedo y estaba en el momento más crítico de un maratón, en el cual se me estaban yendo las fuerzas. Los siguientes 3 kilómetros fueron un drama y mis parciales se dispararon a los 6:30/ Km. Estaba en el primer tobogán, no tenía comida y encima cayeron unas gotas de lluvia. Apreté los dientes, ya que sabía que pasado el último avituallamiento del Km 33, el recorrido era más favorable y solo era cuestión de tiempo superarlo. Ya no pensaba en las 3h 30, solo quería sufrir lo menos posible. 

Antes de continuar contando, no quiero olvidarme de Atsushi Sugyshama (me enteré de su nombre después), un japonés con cara de niño, que me dio cazá en el km 23 ó 24. Cuando me alcanzó, vi que tenía un ritmo asumible y decidí seguirle, que era unos segundos más rápido. Sin hablar, nos dimos cuanta que podríamos hacer equipo y tener beneficio el uno del otro, por lo que de ahí al final de carrera, nos fuimos dando relevos cada 600 y 800 metros.. El lenguaje universal no son sólo las matemáticas o el amor.

No sé si esto es como la menstruación de las amigas que se sincronizan, pero después de llevar 6 km corriendo juntos, nuestro batacazo se dio a la vez y los dos sufrimos el muro en el mismo punto, por lo que fuimos tirando el uno del otro. Sin él, no habría dejado de completar el maratón; lo que no sé es si en el tiempo que lo hice y sin duda mi sufrimiento hubiera sido mayor. Pasados esos fatídicos momentos, con la ingesta de un plátano, el viento a favor, tobogán cuesta abajo y el  ibuprofeno haciendo su trabajo, nos encontrabamos genial y volvimos a imprimir ritmo dándonos relevos a 4:45 el kilómetro.

7, 6, 5, 4... y último repecho. Mi Garmin marca 3horas 10 min clavadas y estoy a 4 kilómetros. Si saco 5 por kilómetro habré conseguido bajar de las 3 horas y media. Pero un nuevo pequeño bajón esta vez por la falta de geles y bebidas isotónicas me volvió a castigar en el repecho y me fui a los 5:10 en los dos siguientes kilómetros, mi amigo japonés me dejó atrás y aunque mis dos últimos kilómetros fueron por debajo de 5, al final hice 3horas, 30 minutos y 19 segundos. No bajé por un suspiro de las 3horas y media, pero fue un auténtico éxito para mi.
Lo que no he contado, es que mi amiga Anna, catalana independentista de postín, y a la vez gran persona y amiga, cogió mi bandera de España, la dejó a la entrada del estadio e hice el recorrido del óvalo con la bandera ondeando en mis brazos. Sonaba en mi cabeza, que no en mi ipod que se había quedado sin batería, la BSO de Carros de Fuego. Fueron sin duda unos de los mejores 400 metros corriendo de mi vida y cuando el Speaker de la prueba dijo: “Ahí viene el español”, entrando en meta y fundiéndome en un abrazo con Anna, la emoción no pude contenerla. 



3 horas y media después, cerca de haber bebido 8 litros de agua y comido tres plátanos,  había corrido mi segundo maratón y me había convertido en el primer español de la historia en correr el Maratón de Costa Rica, algo que ya nadie me va a poder arrebatar nunca. 
No solo eso, sino que habiamos recaudado 1.300 euros para abastecer de comida a “Los Patojos”, organización guatemalteca basada en dar sustento alimentario, de educación, sanidad y fundamentos cívicos a 150 chavales de Jocotenango, Guatemala, lugar en el que viví dos meses realizando un voluntariado. Os doy de corazón las gracias los que habéis colaborado de cualquier manera, sea económicamente o en la difusión
Mi aventura americana estaba llegando a su fin. Como decía antes, no he perdido la necesidad de correr un próximo maratón, cuyo destino será uno de estos tres:  Bratislava, Viena o Paris esta primavera. Pero eso ya es otra historia.
No penséis, corred!! 





miércoles, 19 de noviembre de 2014

EXCELENCIA

Somos lo que hacemos repetidamente, por tanto la excelencia no es un acto, es un hábito. Si lo dijo Aristóteles hace 2.500 años y nadie le ha contradicho algo de razón tendrá.Preparase un maratón es un hábito, que requiere decenas de repeticiones en forma de cuestas, series, fartleks, tiradas de 25 Km... es decir uno no sale un día y dice, voy a correr un maratón. Salir a correr un día está bien, pero si no se repite es un acto.Si te habitúas a salir con frecuencia llegará el domingo y si te habías propuesto salir 2 ó 3 veces y lo has cumplido, has llegado a la excelencia y te hará sentir francamente bien. No magnifiquemos la excelencia, pues esta se encuentra en todas las cotidianidades; mi madre cuando hace las trufas de chocolate, el panadero con la baguette siempre recien hecha para ti, ese polvo de anoche,...Creeme, corre rápido a ninguna parte, para experimentar el dolor del sudor en tu frente en forma de un destino al que nunca has querido llegar. Es sencillo, si no me crees, date una semana corriendo y si no lo has experimentado, te devolvemos el dinero.Quizás nadie nos entienda, pero en el fondo seguro que nos comprenden.
Continuando con mi narración de la preparación del maratón de Costa Rica, el cual está a 17 días, en las últimas dos semanas he hecho por razones que se escapan al guión, más calidad que cantidad de kilómetros.

En la semana del 3 al 9:
- Martes, 5 Km a ritmo cochinero recuperadores de la tirada de 20km del dia anterior.
- Miércoles,  7 km también a ritmo muy lento, ya que el lunes fue francamente exigente.
- Jueves, 14 Km en 1h 05´, a 4´40´´ el Kilómetro
- Viernes, 13 Km en 1h 05´ a 4´50´ el Kilómetro.

Al encontrarme en un enclave rodeado de montañas y volcanes es inevitable acudir al monte a hacer rutas y aunque no son lo más adecuado para la preparación del maratón, me vienen bien para respirar oxígeno a mayor altitud si cabe y hacer fuerza en las piernas por las empinadas cuestas. Dicho esto, el sábado acudí al monte, concretamente al “cerro del cucurucho”, si tiene guasa el nombre, a hacer una rutilla de 8km y elevarme a los 2500 metros.

El domingo subí mi primer volcán, el de Pacaya, que son otros 2.500 metros. Un entorno extraño, mezcla de vegetación y piedra volcánica. Muy bonito pero una dureza muy relativa que hace que se suba fácil. Vimos los resquicios de la última erupción del 2010 y el cráter que se creó. Este es el enlace de mi corriendo por allí:
https://www.youtube.com/watch?v=n00g7DnXvVo
Acabé la semana con 59Km de correr y otros 16 de senderismo.

En la semana del 10 al 17
- Lunes, tocó tirada larga, que en este caso fueron 22 kilómetros. Descubrí una ruta alternativa muy diferente que me llevó hasta Ciudad Vieja, por un terreno arcilloso que me facilitó sumamente el trote. Las sensaciones fueron bastante negativas y me fui hasta las 2 horas. Me dio el flato y no recuerdo haber hecho un tiempo peor en meses. Pero lo importante era la distancia y acabarla, el reloj es secundario.
- Martes 6 kilómetros a ritmo cochinero recuperador. Además engañé a algunos de Los Patojos ;)
- Miércoles 4km trote. Luego 3 x 3 x 300m empezando en 1´ y acabando en 49´´. Otros 4 km de trote. Total 11km.
Este día fue una locura, porque a la noche ascendí el Acotenango, la tercera montaña, más alta de Guatemala que nos llevó hasta los 4.000 m de altura. Empezamos la ascensión a las 23:45h. Una mezcla de incertidumbre e inquietud con lo que uno se iba a encontrar era la sensación que reinaba en mi. Tras 4 horas y media de ascensión al Acatenango, que en realidad es un volcán, hicimos cumbre en un momento en el que la temperatura estaba por debajo de los 0 grados. El guía hizo una hoguera que fue muy oportuna para afrontar el frío. Allí esperé a presenciar el amanecer más alucinante que haya visto en mi vida. El momento álgido se dio cuando el volcán de fuego, colindante con el Acatenango, entró en erupción y me regaló una instantánea del sol saliendo de fondo y el volcán escupiendo lava.
                                            
Más tarde iniciamos el descenso, con el cual disfruté muchísimo y llegamos abajo a las 09:30 aprox. Una experiencia única la vivida ahí arriba.
- Viernes, hice 50´ a 5´min/km por Semuc Champey, en un entorno  que era como un tobogán con muchas pendientes. Otros 10 km para la cuenta.

Acabé la semana con 49km de correr y otros 13 de senderismo.

Esta semana, ya llevo 40 km en 3 días, ya os la contaré en el próximo post ;).

Seguimos luchando por “Los Patojos”, organización en la que dan servicio de alimentación, sanidad, educación y fundamentos cívicos a niños que viven en situaciones complicadas con riesgo de exclusión social. Tengo el gran privilegio de estar aportando mi granito de arena a este grupo. Ya expliqué en el anterior post la iniciativa que estamos moviendo para financiar la alimentación básica de 150 niños. En poco más de dos semanas, hemos reunido más de 450 € que se han traducido en arroz, azúcar, leche y harina.
El índice de lo que cuestan las cosas que nos han preparado los de cocina en base al sitio en el que efectúan las compras, es 25 libras que se corresponde a una semana, 50 libras a 15 días y 100 libras a un mes. 


La gente que haga donaciones a través de Pay Pal o transferencia bancaria, cuyos enlaces aparecen a la derecha,  que ponga en el asunto el nombre y apellidos y  luego me mande un mail a ayudemosalospatojos@gmail.com con el destino al que quiere dar su dinero( arroz, azúcar,..). Esta semana el cambio estaba a 9,40 Quetzales por cada Euro. Yo personalmente iré con la cocinera al mercado, se hará una factura con el nombre de la persona que ha hecho la donación y se enviará por correo electrónico, así como video grabado de los niños dando las gracias a la persona. Si la donación es superior a 50 euros, se enviará una foto de los niños firmada por ellos.

 Ya que empezaba el post con Aristóteles y el tema del hábito, me despido Silvio Rodríguez, que en su canción "Serpientes en el mar" dice:  
Hay quienes luchan un día y son buenos,
Otros que luchan un año y son mejores,
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos,
Los hay que luchan toda la vida; esos son los imprescindibles.

Los Patojos son la excelencia; son imprescindibles.













martes, 4 de noviembre de 2014

INALTERABLE LEALTAD DEL CORRER

Tu vida, mi vida, con sus intereses y emociones innatos varía incesantemente. Hoy estás aqui y mañana en Guatemala, ayer eras un futbolero de manual y hoy sabes muy por encima como va la liga. Te gustaba tu trabajo sin dudas, hoy ahorrate la pregunta. Al margen de las realidades absolutas que son los amigos y familia, a día de hoy hay pocas cosas que han respetado mi estabilidad y una de ella ha sido mis ganas de correr.
El atletismo me dibuja un bosque y me hace recorrerlo con mis zapatillas, me provoca el flato que es como un cilicio en tu vientre, pero en este caso hecho de seda; Un dolor gratificante, sensación contrastada.
Pasan las horas y esperas que todo cobre sentido. La lluvia de otoño este año llega tarde, el sol del verano esperemos que no. Mientras tanto te adaptas a lo que venga, con cortavientos, camiseta térmica o sin nada,  pero no dejas de correr.
Amo tanto el correr que cuando viajo guardo antes las zapatillas de correr que el cargador del móvil. Es una ventana cerrada que deja correr el aire, ese libro de las tardes lluviosas que te aleja del tedio.
No hay mejor plan que salir a correr recién amanecido el día y es lo que estoy haciendo en Guatemala. Soy un español preparando el maratón de Costa Rica en Guatemala. Resulta gracioso.

El martes salí a las 06:00am e hice 12 Km a ritmo 5min/km. Al empedrado del suelo poco a poco me voy haciendo así como a la altura. Antes salía a correr ya cansado; ahora vamos mitigando esa sensación. Tengo ganas de ver como estará el nivel de oxígeno de mis pulmones cuando vuelva a España.

El jueves hice prácticamente lo mismo, pero a un ritmo 5 segundos más lento. Me encanta perderme por las calles de Antigua. Salgo de Jocotenango y madrugo muchísimo,  para coincidir con más gente, por temas de seguridad ya que me dejé caer por el barrio de Santa Ana, cuya seguridad es relativa.

El viernes salí un poco más tarde. Me levanté con la firme intención de hacer 3 series de 3 repeticiones de 1´+1´+2. Si en tu rutina runner no introduces series, nunca serás más rápido. Busqué una zona con el mejor firme posible, pero me resultó imposible poder hacer las series porque la pendiente era del 10%. Así que no me quedó más remedio que hacer un fartlek, que me vino francamente bien. Como las series van a resultar imposibles haremos fartleks. Parece que el método DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades)  que tantos quebraderos de cabeza me dio en la carrera y luego en el trabajo, va resultar útil ;). Al final fueron otros 12 Km.

Me apunté a un trail de montaña de 18 Km para el domingo. Mi buena socia Anna se pegó el madrugón conmigo y a las 6 am estábamos montados en un bus dirección Chimaltenango, para luego ir al Tejar en otro bus parrillero. Una vez allí había que coger un taxi para Xujuyo por temas de seguridad. Odisea del copón. ¿Al final? La carrera suspendida por las lluvias del día anterior y no nos habían avisado. Cosas que pasan. Pero 0 enfado. Esto es Guatemala, situaciones chapinas que llaman.

Para compensar la falta del trail, el lunes, he hecho 20 Km un poco más lento que ritmo maratón, 5min15seg. Durísimos porque he ascendido hasta los 2000 metros de altura y el cilicio que es el flato del que antes hablaba, no era de seda esta vez y lo he pasado un poco mal. Contradigo al gran Andrés Calamaro que dice “Para escribir hace falta sufrir, no puedo darle la razón a tantos poetas.” Yo digo: “Para correr un maratón hace falta sufrir, yo puedo darle la razón a tantos maratonianos”


Como sabéis estoy haciendo un voluntariado en Jocotenango, del distrito Sacatepequez, Guatemala. La organización se llama “Los Patojos” y dan servicio de alimentación, sanidad, educación y fundamentos cívicos a niños que viven en situaciones complicadas con riesgo de exclusión social. Estos niños viven en entornos nada propicios para labrarse un futuro y convertirse en los líderes del mañana. Tienen déficit alimentario, de salud y educación y a través de “Los Patojos” se intenta paliar de alguna manera esa escasez. En sanidad y educación van subsistiendo a través de donaciones de otras organizaciones pero en alimentación van francamente apurados y el IMC de muchos niños resulta preocupante. Es por eso que hemos pedido un listado de lo que cuestan las cosas. La base de alimentación es a base de azúcar, arroz, maseca (es la harina de maiz) y leche smilk (leche en polvo). Supone muchísimo coste dar de comer a más de 150 niños. 
Os presento un índice de lo que cuestan las cosas que nos han preparado los de cocina en base al sitio en el que efectúan las compras. 25 libras se corresponde a una semana, 50 libras a 15 días y 100 libras a un mes. 



Con eso garantizamos la comida y la merienda de más de 150 niños. 
Ahora es cuando entráis vosotros y la generosidad a la que pueda llegar casa uno. Cada uno decide la cuantía que decide donar. Los precios aparecen en quetzales. El cambio está a aproximadamente 10Q por €, es decir le quitáis un 0 a cada precio y es lo que cuesta en euros. Por ejemplo con 9,40 € aseguramos las necesidades de harina de maiz a 150 niños durante una semana o con 200 € la de leche durante un mes. La gente que haga donaciones a través de Pay Pal o transferencia bancaria que ponga en el asunto el nombre y apellidos y  luego me mande un mail a ayudemosalospatojos@gmail.com con el destino al que quiere dar su dinero. Yo personalmente iré con la cocinera al mercado, se hará una factura con el nombre de la persona que ha hecho la donación y se enviará por correo electrónico, así como video grabado de los niños dando las gracias a la persona. Si la donación es superior a 50 euros, se enviará una foto de los niños firmada por ellos.





Poco más que deciros. Estamos a 34 días del maratón, esta semana hemos hecho 56 km y la que viene debería llegar a los 65. 
Seguiremos luchando por los patojos. ¿Me ayudáis?

viernes, 24 de octubre de 2014

CORRE ALLÁ DONDE ESTÉS

Uno se planta en Guatemala con un saco lleno de deseos y ganas a raudales; El maratón de Costa Rica está en el horizonte. Hace 7 meses que cumplimos el sueño en Barcelona en un gratificante 3h 46min. Y además reunimos 1185 € para la ONG Born to Learn gracias a la generosidad de la gente. Pero a veces la ambición riñe con la coherencia y como todo en esta vida debe ser mejorar lo anterior, queremos acercarnos a las 3h 30 min en San José, no valorando que la humedad es del 80% y que vamos a correr y entrenar a 2000 metros de altura. Unido a que la alimentación, vida cotidiana y biorritmos aqui en Guatemala no van a ser los idóneos Conclusión y sin buscar excusas, siendo honestos el objetivo es acabar dignamente.

Hablemos de como veo el atletismo y como me voy a preparar la maratón.
La gente que critica el atletismo y lo tacha de tedioso  es porque sencillamente no lo ha practicado con la suficiente paciencia para amarlo. Duermo las mismas horas en la misma cama y cada dia sueño con cosas diferentes. Corro por las mismas calles a las mismas horas, durante el mismo tiempo y no hay dos dias iguales. Revátemelo.

El lunes, después de hacer una pequeña tirada de 5 km, conocí a Diego, un muchacho guatemalteco que vive al lado de donde hago mi volunariado, capaz de correr un 10k en 32 minutos y una media en 1h 10 minutos. No ha debutado en maratón, eso me da una ligera confianza respecto a este monstruo.  Así que a correr con él al dia siguiente. Sé que es mucho mejor que yo; nunca alcanzaré su nivel, pero me ha encantado correr con él y me ha llevado a mi límite.Quizás han sido los 15 Km más exigentes de toda mi vida. 1800 metros de altura, subidas y bajadas, 6:30 am. Quien sabe si algún dia tiene un mal día y yo el mejor y le gano. Tengo dos meses por delante para intentarlo.
Corriendo no temes a enfrentarte a gente mejor que tú, de hecho lo necesitas. En otras disciplinas no es así. Yo necesito mi Némesis.
Lo que debes es llevar la mentalidad del atletismo al día a día. Esa chica parece inalcanzable; pues no lo es. Bueno si no lo intentas si.
No tengas miedo a que cesen las ascuas y llegue el frio, la energía se acumula a base de tiritonas. Resulta reseñable que la autodisciplina del que corre se asemeje con la necesidad de superación de aquel que así lo busque. Acortar esas décimas a los metros y esos metros al reloj, son los que en la más absoluta soledad hacen encontrarse a uno mismo.

Hoy viernes he salido a hacer otra tirada semi-larga, las series las dejo para la semana que viene. He corrido 1 hora clavada y he hecho 12 Km. Lo que pasa es que sigo aclimatándome a la altura y humedad. Hoy he hecho una cuesta de 3 km y he llegado a los 1700 metros de altura.
Es genial correr por aqui a las 7am, te encuentras carros de caballos, pero todo en una gran tranquilidad. El empedrado es lo que peor se lleva, pero no queda otra. La semana que viene iré por el monte para desempolvar mis zapatillas de trail.
Mi alimentación está siendo a base de arroz, frijoles, pollo verdura. Vamos lo típico de por aqui. No me está yendo mal de momento al estómago.


Como no hay nada mejor que hacer las cosas con un trasfondo solidario, Os insto a que votéis a Juan Pablo Romero, que a sus 30 años es el director del lugar donde estoy haciendo un voluntariado. La prestigiosa cadena de televisión CNN, le ha elegido junto a otras 9 personas a convertirse en héroe de la sociedad. Hubo más de 150.000 candidatos en todo el mundo. Cedió su humilde casa para que niños sin medios tuvieran acceso a formación, alimentación y sanidad. Lo consigue a base de donaciones y patrocinios. Ha sacado a decenas de jóvenes de la delincuencia y drogas, mostrándoles que la alternativa es posible. El premio es de 100.000 $ que irían íntegros a la construcción de la nueva escuela que están haciendo para que los niños y jóvenes estén mejor.
El lugar para que lo hagáis es




También comentar que quien quiera enviar material escolar o ropa, se ponga en contacto conmigo. También se pueden hacer donaciones a través de paypal, que irán íntegras a la organización.

Poco más amigos. Desde Guatemala os digo la frase del gran Chema Martínez: " No pienses, corre"

lunes, 1 de septiembre de 2014

NUESTRO PRIMER MARATÓN

He preferido esperar 10 días para hablar de las sensaciones producidas tras completar mi primer maratón. Así la visión general goza de una objetividad mas global.

Mi idea era "pseudoambiciosa", ya que para ser el primer maratón quería asegurarme acabarla dignamente y planifiqué un ritmo de 5´40” para acabar en 4 horas. Pero pasaron los 3-4 primeros kilómetros y me sentía muy cómodo yendo a 5´20”-5´25”. Consideré que sería un un error ir más lento de mi ritmo confort, por lo que me impuse ese ritmo que era un poco más rapido. Llegaron los primeros avituallamientos, muy pronto, y haciendo caso a un familiar experto en estas lides, bebí en todos, aunque fuera un sorbo y no tuviera ganas. El paso de los kilómetros le dio la razón. Pasamos el Camp Nou en el Km 6, y a pesar de ser un acérrimo madridista,  he de reconocer que su imponencia es increible. Nos dirigimos a la Av. Diagonal, hemos pasado los 10 primeros Km en 54´, un poco por debajo del ritmo previsto. La cosa marcha bien. En mi ipod suena una canción de los Sunday Drivers.

Pasan los kilómetros y nos adentramos en el Paseo de Gracia, donde tomo el primero de mis varios Getorades y recorro los kilómetros más bonitos  en los que a belleza del paisaje se refiere. Las hermosas vistas de la Casa Vicens, Pedrera y Casa Batlló,  todas de Gaudí, unido a los bonitos edificios de las tiendas de lujo,  me llevan en volandas hasta el Rossello donde ya estamos en el Km 15. Son las 10 a.m y el calor empieza a manifestarse. Más adelante pasamos por la Sagrada Familia, en un terreno claramente descendente que te da tregua durante un par de minutos y giramos dirección Meridiana  dejando la torre Agbar a nuestras espaldas. La mires desde donde la mires, y aun rodeada de grúas y andamios, La Sagrada Familia es alucinante.

Es precisamente en Meridiana, donde completamos el ecuador de la prueba en 1´54”, o lo que es lo mismo ya llevamos 21Km a nuestras espaldas y hemos mantenido un ritmo más o menos constante. Va bien la cosa. Pensando en positivo ahora solo queda restar kilómetros. Aquí ingiero mucho agua, getorade, el primer gel de glucosa y un plátano. Hasta ese momento, la distancia más larga que había completado en competición era esa, 21km; pues ahora quedaba completarla de nuevo. El cansancio empieza a hacerse notar pero sin demasiada insistencia. Pasados los primeros 21 Km hago skipping y estiramientos sin perder el ritmo para desentumecer los músculos. Esto de ahi al final lo hice cada 4 ó 5 Km. Suena el discurso de Aragorn a los hombres  en la batalla definitiva de “El Señor de los Anillos: El retorno del Rey”. Es freak, lo reconozco, pero no sabéis como motiva.

Seguimos corriendo, pasamos la pancarta de 25 Km, momento en el que empiezo a beber Getorade en todos los avituallamientos, ya que empecé a sentir pequeños calambres en los gemelos. Con los electrolitos de la bebida Isotónica mitigamos en parte las molestias. Estamos en la Rampla Prim, giramos por Av. Diagonal dirección torre Agbar. Seguimos restando kilómetros. Llevamos 3/5 partes de la prueba. Suena Sherry Darling, de Bruce Springsteen.

Unos metros antes del Km 28, me tomé el segundo gel de glucosa con unos frutos secos que no me sentaron demasiado bien al estómago.  Todo junto a un buen vasito de getorade. Acercándonos al Km 30, el cual cruzamos en 2´42”, empieza el momento que todo maratoniano tiene en mente: “El muro”.  La inteligencia de tu cuerpo es sorprendente. En mis entrenamientos, el día que más corrí fueron 30 kilómetros, ya que dicen que es la distancia tope a la cual tu cuerpo asimila el kilometraje. En ese momento mi cuerpo debió pensar..eh!! que de aquí no hemos pasado nunca. Me acuerdo de la frase que me soltó un día mi buen amigo Ramón: “A partir del Km 30, te das cuenta que en el maratón pocas hostias”.  El muro, es el momento en el que tus hidratos de carbono empiezan a agotarse y tu cuerpo empieza a tirar de grasa, que si se agota, te aboca a la pájara, con la más que probable obligación de abandonar. Además la fatiga muscular es evidente. Es esencial contar con reservas de glucosa e hidratos. Coincidió además con la entrada por el paseo marítimo poco antes del mediodía, por lo que la inmensa humedad y el calor jugaron su papel. Por suerte, mi muro fue muy, muy breve, de apenas 1Km más o menos. Se dio un nuevo avituallamiento, en el cual cogí dos botellas de agua e ingerí mi tercer y último gel. En ese momento pelín complicado me tocaba la frente y no sudaba, lo que me indicaba que tenía que ingerir agua si o si. Tras hidratarme y comerme el gel empecé a sentirme nuevamente bien. Vi el Punto Kilométrico 31 y mi frente nuevamente estaba húmeda. Lo peor había pasado. Pensé, queda poco más de un 10.000 que tantísimas veces has corrido.  Sonaba una de las 5 ó 6 canciones de Lindsay Stirling que tenía en el ipod, pero no la recuerdo.

Pasaban los kilómetros, acompañado del marco incomparable que es el mar y muchísima gente animando. La verdad es que la gente en Barcelona, no cesó de animar durante todo lo que duró la prueba, algo que es de agradecer. El pequeño muro pasado estaba ya lejos y me tomé media naranja acompañado como no de Getorade y agua. Sonaban canciones que la gente me había sugerido y las cuales me había metido en el ipod “a ciegas”. Sin darme cuenta estaba pasando por delante de las torres Mapfre y completando 35 Km ya. De hecho había recorrido el parcial de 5 Km más rápido hasta el momento. Sonaba “All of me” de John Ledgend.

7km, 6km, 5km,…Recuerdo la ubicación exacta de cada Punto Kilométrico, ya que la intensidad con la que uno vive esos últimos kilómetros es muy grande y te fijas en todos los detalles. Empezó a haber avituallamientos muy seguidos, casi cada kilómetro, y poco y en todos ellos siguiendo con la tónica de toda la carrera, reposté. En algunos ellos únicamente me enjuagué la boca. Pasan los kilómetros y cada vez hay más gente andando, los fisioterapeutas  tienen trabajo tratando a algunos corredores, miembros del Samur atendiendo,… te estás acercando a meta.
Nada más cruzar el Km 39, entras en la avenida del Arco del Triunfo, el cual marca el Km 42. Por cierto, nunca había sentido que un nombre estuviera tan en sintonía con el momento. Esos último kilómetros me veía “bien”, por lo que decidía apretar el ritmo; pensé, si rompes estás a poco más de 2 kilómetros y podrías hacerlos andando, asique no tenía nada que perder. Por primera vez en toda la carrera, estaba corriendo por debajo de 5 minutos, de hecho en algunas fases mi Garmin me marcaba 4:40. Pasé de los avituallamientos del Km 40 y 41 y completé los últimos 3 kilómetros por debajo de los 5 minutos.
Nuevamente Bruce Springsteen sonó, pero esta vez no era Sherry Darling, sino My Lucky Day, (un día de suerte), ni adrede podría sonar un título más recurrente. Estaba pasando por debajo del Arco del Triunfo, me separaban 195 metros de cruzar la meta.  Mi cabeza iba a un ritmo vertiginoso, no podía pensar en nada. En ese momento daba igual que el ganador de la prueba hubiera cruzado la línea de meta hace hora y media, yo estaba completando esos 42.195 metros y levanté los brazos al cruzarla. Después de 3 geles de glucosa, litro y pico de getorade, un platano, ranaja y media, varios puñados de frutos secos y 6 ó 7 litros de agua, había corrido mi primer maratón.

A lo largo de los 42 kilómetros, a uno de la da tiempo a pensar en un sinfín de cosas, y la perspectiva de muchas de ellas es cambiante dependiendo del punto kilométrico en el que te encuentres. En los primeros kilómetros te embriaga el ambientazo y la exaltación, el pensar que estás en un momento que nunca antes has vivido. El sentimentalismo es directamente proporcional al recorrido que lleves a tus espaldas.

Te vienen momentos de exaltación de la familia y de lo mucho que les quieres. Que ojo,  no es que haga falta correr un maratón para darte cuenta de ello, pero te muestran muy claras tus prioridades y según avanzan los kilómetros el sentimiento aumenta.
Las cosas de tus amigos que muchas veces te sacan de quicio, las piensas y te resultan menos desquiciantes. Y ese sentimiento no es fruto de la momentánea  vulnerabilidad física y mental en la que te encuentras, sino que habiendo pasado los días, se mantiene en mi.
Mi motivación fueron mis hermanos, padres, amigos y familiares que apoyaron mi inscripción en la carrera y no dudaron ni un instante que lo conseguiriamos. También fueron los niños de Born to Learn, la ong para la cual gracias a la solidaridad de las personas, logramos recaudar 1185 para que continúen con su labor de escolarización en Tanzania.
En términos abstractos, el maratón es como si usases una batea de las que usaban en el siglo XIX en para encontrar oro; La batea deja pasar la grava y se queda con el oro. Corre, y deja pasar lo malo quedándote con lo bueno.
No sé si desde que corrí el maratón soy mejor persona, pero si sé que quiero ser mejor persona. Yo he hecho esta locura para sacar los mejor de mi. Y estoy casi seguro de que repetiré. Y tu?